2.-Lee los dos textos y organiza la información en un esquema teniendo en
cuenta los siguientes aspectos.
formación escolar
Estudios universitarios-
Trabajo
Formación profesional
Participación en la política
Jorge Basadre
Jorge Basadre fue un historiador e
historiógrafo peruano de la etapa republicana y contemporánea del Perú. Fue
autor de la ''Historia de la República del Perú'', obra cumbre de la
historiografía peruana del período republicano.
Jorge Basadre Grohmann nació en Tacna el 12 de febrero de 1903. Fue hijo
de Carlos Basadre Forero y de olga Grohmann Butler. Durante sus primeros años,
Tacna estaba bajo la ocupación chilena post Guerra del Pacífico y el plebiscito
que estaba estipulado en el Tratado de Ancón de 1883 aún no se había realizado.
Su formación escolar la inició en el liceo Santa Rosa, escuela peruana que
funcionó clandestinamente en Tacna a causa del proceso de chilenización de
Tacna. Basadre recuerda que en esa época, no se podia flamear la bandera del
Perú ni estaba permitido cantar el Himno Nacional. Recién a los 9 años, Basadre
y su familia se trasladaron a Lima, donde siguió sus estudios en el Colegio
Alemán y el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe.
En 1919 ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde obtuvo un
doctorado en Letras (1928) y Jurisprudencia (1935). Siendo estudiante,
intervino en el célebre Conversatorio Universitario de 1919, al lado de otros
jóvenes intelectuales de la llamada Generación de la Reforma.
Prestó servicios en la Biblioteca Nacional, primero como auxiliar y luego como
conservador y redactor del Boletín Bibliog´rafico de la Biblioteca de la
Universidad de San Marcos.
Em 1925 y 1926 formó parte de la delegación peruana enviada ante la comisión
plebiscitaria de Tacna y Arica. En 1928 inició su labor docente en la
Universidad San Marcos y fue el catedrático más joven con 26 años de edad.
Luego fue llamado para desempeñar el cargo de Director de la Biblioteca Central
de la universidad tanto en 1930-1931 como en 1935-1942. Gracias a una beca
concedida por la Fundación Carnegie, en 1931 viajó para realizar estudios sobre
organización de bibliotecas en Estados Unidos. Después siguió cursos en la
universidad de Berlín y realizó investigaciones en archivos de España,
permaneciendo en el extranjero hasta 1935.
En 1939 apareció la primera edición de la ''Historia de la República del
Perú'', obra que fue sucesivamente modificada y ampliada hasta llegar a la
sexta edición en 1969. Es considerada como la obra más relevante de la
historiografía peruana del siglo XX.
Al producirse el incendio de la Biblioteca Nacional, en mayo de 1943, fue
nombrado por el gobierno de Manuel Prado y Ugarteche para hacerse cargo de la
dirección de dicho establecimiento, promoviendo entonces su reconstrucción y
reorganización, durante los cinco años siguientes (hasta 1948).
Fue ministro de Educación en dos oportunidades: del 28 de julio al 11 de
octubre de 1945 (gobierno de José Luis Bustamante y Rivero), y de 1956 a 1958
(segundo gobierno de Manuel Prado).
Murió en Lima el 29 de junio de 1980, a los 77 años de e
dad.
BIOGRAFÍA DE JORGE
BASADRE GROHMANN
(1903-1980)
Un gran educador, catedrático e
historiador. Algunas de sus obras: La iniciación de la República, Apertura.
Nació en Tacna el 12 de febrero de
1903. En 1912 se traslada con su familia a Lima, donde estudia en el Colegio
Alemán y en Nuestra Señora de Guadalupe. Consigue doctorarse en Letras (1928) y
en Jurisprudencia (1935).
Intervino en el famoso Conservatorio
Universitario, formando parte de la Generación de la Reforma.
Realizó viajes a Estados Unidos y
Europa para perfeccionarse en sus estudios, especialmente en lo referido a la
organización de bibliotecas. Al producirse el incendio de la Biblioteca
Nacional, en 1943, fue convocado para tomar la dirección de la institución, a
la que reconstruyó y reorganizó.
Ocupó varios cargos de importancia en
el Estado, como el de ministro de Educación en dos oportunidades, en 1945 y
1956.
Asimismo, fue profesor en diversas
instituciones de enseñanza del país y del exterior. Como historiador, introdujo
nuevos métodos de análisis y dejó una extensa producción bibliográfica, entre
la que se puede mencionar la iniciación de la República, Perú: problemas y
posibilidades, El azar en la historia y sus límites, la vida y la historia y
Apertura. Murió en Lima el 29 de junio de 1980.
1.-Leer el documento que le corresponde al grupo . 2.-Elegir cuatro ideas fuertes o importantes y organizarla en un esquema(mapa de ideas) 3.-Redactar un ejemplo relacionado a texto. 4.-Designar a 01 compañero(a) para la presentación del trabajo.
Grupo 1 y 5
Posiblemente el primer indicio que nos acerque específicamente a la idea
de espacio público
nos refiera a Grecia, en las llamadas ágoras o plazas públicas, espacios
donde los antiguos
griegos se reunían a dialogar, debatir sobre la vida política y
comercial de las Polis, y sobre
todo donde transcurría, el arte, la filosofía y la cultura. Estas
primeras relaciones entre arte y
espacio público, evidentemente desde una perspectiva occidentalizada, lo
podríamos advertir
también en la infinidad de monumentos y principalmente obras arquitectónicas
que en el
transcurso de la humanidad nos han dejado en evidencia las diferentes
civilizaciones.
Orígenes y evolución del espacio público: Desafíos y oportunidades para
la gestión urbana actual
Por Jorge Omar Amado Licenciado en Urbanismo y diplomado en ciencias
sociales por la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), Buenos Aires,
Argentina.1
“Esta nobleza de Estado, que predica la extinción del Estado y el
reinado conjunto del mercado y el consumidor, sustituto comercial del
ciudadano, se ha apoderado del Estado; ha convertido el bien público en bien
privado, la cosa pública, la República, en su cosa. Lo que está en juego
actualmente, es la reconquista de la democracia contra la tecnocracia.”
Pierre Bourdieu
Los espacios públicos surgen al mismo tiempo que el ser humano comienza
a asentarse en comunidades sedentarias, en la llamada Revolución Neolítica. Ya
desde ese período comienzan a gestarse las bases de lo que hoy conocemos y
llamamos espacio público; y su funcionamiento como tal se observa a medida que
las relaciones sociales y la especialización del trabajo se multiplican y van
adquiriendo mayor complejidad.
Es así que los caminos y luego las calles, concebidas históricamente
para delimitar y organizar la propiedad privada, así como para dividirla de la
pública; y los espacios intersticiales que quedaban libres, sin edificar;
adquieren connotaciones que tienen que ver con las necesidades naturales,
sociales y culturales de los hombres para relacionarse entre sí, circular y
acceder a las demás edificaciones y estructuras de la ciudad.
Un hecho fundamental en el origen y desarrollo de los espacios públicos
sería la aparición del comercio, en el momento en que las ciudades comienzan a
producir excedentes en la producción. De esta manera, con la creciente
necesidad de intercambios constantes de mercadería, se empiezan a utilizar los
caminos y los espacios remanentes entre las edificaciones, otorgando nuevas
funciones a los lugares comunes y generando tanto espacios de circulación como
de comercio, de ocio, de relaciones varias y de socialización. Así es que
también surge el rol del Estado debido a la necesidad y el deber de velar por
la protección de esos espacios públicos, para garantizar su destino al uso
común y satisfacer las necesidades de la ciudad.
Con el tiempo, se observa como estos espacios se diversifican y
comienzan a responder a nuevas demandas y a actividades cada vez más diversas y
complejas que se desarrollan en la ciudad, a la vez que se van transformando en
productores y estructuradores de la trama urbana.
Es así que la creación de espacios libres de carácter público forma parte
de la historia de las ciudades desde sus comienzos. El ágora y el teatro
griego, el foro y los grandes espacios e infraestructuras del Imperio Romano,
son clara muestra de la necesidad y la intención de las sociedades clásicas por
constituir escenarios de expresión de ideales compartidos en los cuales cada
individuo desarrolla su persona y a la vez reivindica su pertenencia a un grupo
determinado. Si bien la historia nos muestra en mayor medida los aportes de los
pueblos de Europa Occidental, formas de organización social avanzada y
construcciones análogas pueden encontrarse en muchas otras civilizaciones a lo
largo y a lo ancho del globo (egipcios, incas, mayas, fenicios, persas, etc.).
Luego, en la época medieval, los espacios públicos respondieron sobre
todo a cuestiones religiosas, observándose la construcción de grandes templos y
otros edificios públicos en las plazas centrales de las ciudades fortificadas.
El sentimiento y la necesidad de congregación y expresión ciudadana de la
sociedad continuaban presentes; observándose también la permanencia del
comercio así como también diversas actividades sociales que tenían lugar en la
plaza. Los caminos de circulación internos y las rutas de comercio también eran
espacios de importancia para las sociedades feudales.
A fines del siglo XIX, en plena Revolución Industrial europea, los
espacios públicos, en particular los espacios verdes, fueron planteados como
lugares e instrumentos ideales para la promoción de la salud en oposición a las
pésimas condiciones de trabajo en las industrias y el desbordante crecimiento
de las ciudades, con la consecuente generación de barrios obreros de altas
densidades y escasas condiciones de salubridad. Luego, a mediados del siglo XX
importantes pensadores de todo el mundo resaltaron las funciones sociales y
estéticas de los espacios verdes públicos al destacarlos como elementos
fundamentales y necesarios dentro de la trama urbana construida.
La importancia de los espacios públicos urbanos ha ido ganando
reconocimiento con el transcurso del tiempo. Tanto es así que en la actualidad
se observa como se ha intensificado el interés de los capitales privados en los
mismos, interviniendo sobre ellos o creando espacios de consumo que, sin llegar
a serlo, intentan reproducir las relaciones y estructuras de los espacios
públicos tradicionales. Estos tipos de espacios son, entre otros, los
denominados pseudo-públicos (Salcedo Hansen, 2002); no-lugares (Augé, 2000,
2001); espacios de flujos (Castells, 1998), etc.
Nos levantamos temprano para
aprovechar el lindo día que nos esperaba en las playas del sur de Lima, o por
lo menos eso esperabamos. Grande fue nuestra sorpresa cuando al llegar a la
playa de nuestra elección nos preguntaron si teníamos una casa en esa playa, ya
que si ese no era el caso no podríamos ingresar. Nos fuimos molestos manejando
mucho más de lo planeado para encontrar una playa libre de controles.
Esta anecdota la sufren muchos
incautos que se olvidan que innumerables playas del sur de Lima ya no son de
dominio público sino de aquellos que adquiriendo un terreno frente al mar se
creen inmediatamente propietarios de este bien común. Pero fuera de la
frustración que genera y el rompimiento del orden legal que significa esta
práctica de apropiación del espacio público, es interesante analisar por qué
ocurre la misma.
En este contexto es primordial
preguntarnos, ¿qué es el espacio público? El espacio público puede ser definido
como “las zonas existentes o debidamente proyectadas en las que el interés colectivo
sea manifiesto y conveniente y que constituyan por consiguiente zonas para el
uso y disfrute colectivo“ (ley número 9 de la República de Colombia). El
espacio público es entonces un área donde los ciudadanos se pueden mover
libremente e interactuar y donde el bien común prima sobre los intereses
individuales.
La apropiación del espacio
público (y utilizo la palabra apropiación en vez de privatización ya que la
última se supone dentro de la legalidad a diferencia de la primera) busca sin
embargo precisamente evitar esta libre interacción social. Esta reacción
responde sin duda a la convicción de sentirse más seguro en el espacio privado
frente a la incertidumbre que aparentemente domina las calles y plazas de
nuestra ciudad, “los de acá tienen miedo de los de allá y los de allá de los de
acá “ (Laub, presidenta de la asociacion el Agora).
Ese miedo a veces justificado
pero a veces también exagerado hacia nuestros conciudadanos fomenta mas bien un
enajenamiento y agrava aún más la ya existente desconfianza. Ya no somos todos
parte de una misma ciudad sino de muchos ghettos. Esta fragmentación del
espacio urbano refleja así las grietas ya existentes entre los grupos sociales
de nuestro país.
Que todos podamos disfrutar
conjuntamente de áreas comunes sería un importante paso para la construcción de
un país cohesionado y de ciudadanos más solidarios. El mejor ejemplo de esto es
la ciudad de Bogotá que bajo la administración de Antanas Mockus logró
recuperar el espacio público para el disfrute de sus habitantes mejorando la
comunicación entre ellos y por tanto disminuyendo la violencia. Con este fin se
implementaron campanhas de sensibilización cívica muy originales con la
población haciendo el uso del arte, símbolos y metáforas como cuando Mockus se
disfrazó de “superciudadano” o como cuando se utilizaron mimos para recrear
malos habitos ciudadanos.
Mockus caracteriza entonces el
espacio público como:
espacio sagrado, entendiendo
que la calidad de vida de todos depende mucho del respeto a las instalaciones
comunes, a la infraestructura común de transporte público, a las aceras, etc.
Se puede entender el espacio público como la prolongación y la secularización
del espacio de la iglesia, donde a nadie se le ocurriría instalar tenderetes o
asaltar (presione
aquí para leer la entrevista).
Este comentario de Mockus
visualiza claramente que el respeto al espacio público genera beneficios para
cada uno de nosotros y que por lo tanto este espacio debe ser percibido como
“sagrado”. Finalmente no olvidemos que más interacción entre los ciudadanos
genera también más confianza entre los mismos y con mayor confianza una
convivencia menos violenta.
Grupo 3 y 7
ESPACIO PÚBLICO,
¿ESPACIO DE TODOS Y TODAS?
Reconociendo las necesidades de uso del espacio público
Miguel Villaseca Chávez1
El usuario modelo del urbanismo moderno no tiene
sexo, pero observándolo detenidamente se parece más a
los hombres. La realidad es que hombres y mujeres usan
el espacio urbano de forma distinta, lo perciben
diferentemente...
En: “El acceso de las mujeres al trabajo, el espacio y el
urbanismo”
Constanza Tobio
La propiedad, “el derecho de gozar y disponer de una cosa
con exclusión de otro”, sentir
y saber que es mío. Los procesos de titulación, que en el
ámbito habitacional han
buscado “hacer propietarios” a los más pobres, con grandes
programas impulsados
desde el aparato estatal y en concordancia con las “leyes
del mercado”, buscan hacernos
pensar que para que algo funcione o tenga real valor tiene
que tener “un propietario”,
“un dueño”, de lo contrario no existen reglas, normas, ni
leyes que permitan su
funcionamiento.
Bajo esta misma lógica, y con la excusa de la búsqueda de
seguridad, hemos visto como
poco a poco muchos espacios públicos ya no lo son más, se
han convertido en jaulas,
espacios intocables o solo accesibles para unos pocos, “los
de la zona”, “sus
propietarios”, “las autoridades”, “los que juegan pelota”,
“los niños y sus mamás” pero,
¿Acaso no se supone que el espacio público es de todos y
todas y, para todos y todas? ,
¿Es esta la manera en que debemos de “apropiarnos de lo
público”?. Algunas de las
razones que normalmente escuchamos y que justifican esta
forma de apropiación del
espacio público son:
• El “mal uso que se le da al espacio público”.
• La desconfianza del otro, la falta de seguridad y,
• La necesidad de un mejor manteniendo de los espacios
públicos.
Estas afirmaciones lo único que hacen es mostrarnos una
necesidad de control sobre el
espacio público, sobre las actividades que se realizan en
él, sobre quienes realizan estas
actividades y sobre qué zonas del espacio público son
adecuadas para uno u otro uso,
finalmente todas ellas reflejan un conflicto de poder.
Olvidamos así que el respeto, la convivencia, la libertad,
el anonimato, es aquello que
finalmente debemos buscar, y que es importante que
reconozcamos a “los otros” y “las
otras” como parte de nuestro propio entorno, a los
adolescentes, a los adultos mayores, a
las mujeres que acompañan a los niños, pues como dice Carlos
Hernández Pezzi
“Pensar en estudiar la planificación desde el género es un
acto de racionalidad. Es
también el primer paso para ir trabajando por ciudades más
equilibradas, empezando
1
Licenciado en
Administración y Arquitecto, miembro del Programa Urbano de desco, docente de
la
Pontificia Universidad Católica del Perú y Consultor
independiente. Coautor junto con Teresa Cabrera del estudio “Presente pero
invisibles: mujeres y espacio público en Lima Sur” cuya publicación se
encuentra en proceso. El presente artículo ha tomado como insumo el estudio
mencionado. por la situación de discriminación positiva del espacio urbano a
favor de las mujeres,
una filosofía de justicia que es, principalmente, una forma
más de aplicar el principio
de igualdad en los ámbitos territoriales y físicos que
albergan las actividades humanas,
lo que ayudará irreversiblemente al desarrollo sostenible.
Así, al menos, hasta que se
desarrollen nuevos escenarios de equiparación en las
funciones asignadas, sin tener
como consideración negativa diferentes orígenes de cada
género.”
En este sentido, es cierto que las mujeres poco a poco han
id
Grupo 4 y 8
El espacio publico
define la calidad de la ciudad, porque indica la calidad de vida de la gente y
la cualidad de la ciudadanía de sus habitantes. Concebir el espacio público con
el
objetivo de facilitar
un uso social intenso y diverso, promoviendo actividades e incitando la
presencia de nuevos colectivos humanos."
“El espacio público
también tiene una dimensión socio-cultural. Es un lugar de relación y de
identficación, de contacto entre las gentes, de animación urbana, a veces de
expresión comunitaria. La dinámica propia de la ciudad y los comportamientos de
sus gentes pueden crear espacios públicos que jurídicamente no lo son, o que no
estaban previstos como tales, abiertos o cerrados, de paso o a los que hay que
ir. Puede ser una fábrica o un depósito abandonados o un espacio intersticial
entre edificaiones. Lo son casi siempre los accesos a estaciones y puntos
intermodales de trasnporte y a veces reservas de suelo para una obra pública o
de protección ecológica. En todos estos casos lo que defina la naturaleza del
espacio público es el uso y no el estatuto jurídico.”
La necesidad de
respetarnos
28 Jul 2013 (07:00) |
No se trata solamente
de que la ciudad esté más linda. Hay algo mucho más profundo: debemos respetar
los espacios públicos, porque ello significa que nos estamos respetando como
sociedad.
En los últimos días
hemos asistido a la proliferación de infinidad de afiches, carteles, pasacalles
y todo tipo de elemento destinado a difundir tanto campañas de partidos
políticos como espectáculos públicos. Así, las paredes, chapas, columnas y los
espacios aéreos, fueron “invadidos” por
estas propagandas políticas y publicidades comerciales, afeando notoriamente la
estética de la ciudad.
Desde las páginas de
EL NORTE ya hemos dado cuenta de este problema en numerosas oportunidades.
Esperemos que de una vez por todas los responsables de estos hechos tomen
conciencia sobre la necesidad de respetar los espacios públicos que son de
todos los nicoleños. Y que nuestras autoridades adopten las medidas pertinentes
con los responsables de estas actitudes.
Una vez conseguida la independencia, el Perú inició el
difícil reto de poner en marcha la República. La situación del país no era la
más adecuada porque debía lograrse un acuerdo político que satisficiera los
intereses de los diversos sectores de la sociedad peruana. Este ambicioso
proyecto se vio afectado por la compleja realidad de la época y terminó
intentando conciliar únicamente a los dos grupos con mayor influencia política
peruana: civiles y militares criollos. Además, una lucha entre el centralismo limeño
y el descentralismo provinciano; y un enfrentamiento entre las ideas liberales
y conservadoras.
La iglesia y los militares se convirtieron en los herederos
del control administrativo colonial. La presencia de caudillos, a consecuencia
del fenómeno bélico de independencia, generó inestabilidad política. Ello se
evidencia en los continuos golpes de estado y cambios constitucionales, es así
que por cuarenta años la sucesión de gobiernos militares no permitieron el
fortalecimiento de las instituciones republicanas. En este tiempo, solo dos
caudillos lograron finalizar su mandato: Agustín Gamarra, quien develó más de
una decena de intentonas golpistas, y Ramón Castilla quien gracias a la bonanza
guanera pudo concretar sus dos mandatos. Estos caudillos –con apoyo
terrateniente- representaron diversos y variados intereses sean estos
regionales, locales o personales y se mantuvieron en constante pugna, perdiendo
de vista algún proyecto nacional a largo, mediano o corto plazo, su interés
giró en torno a enfrentar conspiraciones, neutralizar golpes de Estado y
asegurar nuestros límites territoriales.
Realiza un breve comentario sobre las complicaciones al inicio de la república?
¿Qué opinas del texto?
Elabora unlistado de los gobiernos del Perú Republicano hasata el año 1844.
1.-lee y analiza la información de la pág. Indicada .
2.-Desarrolla las actividades en tu cuaderno.
a¿Qué cambios sufrió la organización jurídica peruana durante la primera mitad del siglo XIX?
Elabora un listado de las constituciones
b¿Cuál fue la consecuencias de la guerra de la independencia?
c¿Quiénes eran los caudillos ¿Qué opinas de su participación en la política a inicios de la república?
d¿En qué consistió l apolítica caudillista?
Investiga la principales obras y hechos importante de los gobiernos entre los años 1827-1844.